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La construcción contribuye con un 5.1% del Producto Interno Bruto para el 2023. Si este sector sigue la tendencia negativa de los dos primeros meses, podría afectar las proyecciones de su crecimiento.

El Producto Interno Bruto de Colombia depende del crecimiento de todos los sectores de la economía. La construcción es un sector que históricamente ha dinamizado la economía del país.

La construcción es uno de los mayores generadores de puestos de trabajo. El positivo desempeño del sector se convierte en clave para bajar la tasa de desempleo y aumentar el consumo de los hogares.

Sin embargo, los resultados de los 2 primeros el año han encendido las alarmas. El aumento de las tasas de interés y el efecto de la inflación sobre los costos están frenando la demanda de vivienda nueva.

Bogotá, una de las ciudades más afectadas por la desaceleración de comienzo del año, es el principal centro de ejecución de proyectos de vivienda. La capital participa con un 31.7%.

El panorama parece no ser del todo claro. El Banco de la República destaca que la demanda por vivienda nueva está bajando.

Las tasas de interés para créditos hipotecarios han hecho que los desembolsos caigan y los posibles compradores suspendan sus planes.

El 54% del aparato productivo de Colombia está articulado con la construcción. Utiliza insumos de cerca de 34 subsectores de la economía del país.

Adicionalmente abastece alrededor de 300.000 micronegocios en todo el territorio nacional. De allí la importancia de mantener la dinámica positiva del sector. Reflexiones hechas por Edwin Chiriví, director de Camacol Bogotá.

En cuanto a obras públicas en Bogotá, para el año 2023 se continuará la construcción del metro, la fase II del Aeropuerto el Dorado y 3 hospitales de mediana y alta complejidad.

Sin embargo, el cumplir la meta de 250.000 viviendas nuevas vendidas para el 2023 serán fundamentales para lograr un crecimiento positivo del Producto Interno Bruto.